Muchos creerán que voy a escribir de la estación terminal del funicular de la ciudad capitalina, pero la verdad es que no es así. El Ávila tiene mucho más de "mágia" fuera del pasillo que conduce de la estación del teleférico al Humboldt que dentro.
Doy gracias profundas al Señor porque pude pasar aproximadamente 8 horas en esta hermosisima montaña acompañada de 3 de mis hermanos.
El Creador cuidó cada detalle de su obra y nos las ofrece cada mañana para que recordemos cuan grande es su amor por nosotros, que nos pone este tipo de privilegios a solo minutos de donde nos encontremos.
Recuerdo que en un encuentro de jóvenes me preguntaron: ¿Qué de la naturaleza te gusta más? y mi respuesta fue:"Definitivamente el Ávila, porque cada mañana independiente de que esté el día nublado o no, lo pueda ver o no, tengo la certeza de que está allí, como Dios siempre está allí aún cuando pensamos que no".
2 comments:
Alguien una vez me dijo: Si en algún momento sabes que te vas de tu país, aprovecha al máximo la hermosa montaña que tienes, el Avíla.
!Debo aprovecharla, porque nunca se sabe exactamente cuando es hora de partir!
cooool, pronto disfrutare de este paiaje nuevamente
Post a Comment