7:30 de la mañana, todo está tranquilo, la boca entre abierta ya a punto de soltar una gota de saliva, acostada a lo largo de la cama, siento algo en mi pierna y una voz que dice: "¿Tu no tienes que trabajar hoy?". De un solo salto me levanté de la cama, tomé mi toalla y me metí en la ducha a bañarme para ir a mi trabajo.
Mientras hacía mi aseo personal diario, pensaba: "Cierto que ya estoy de regreso en Venezuela, hoy es mi primer día de trabajo de este año y voy a llegar tarde..." luego el pensamiento me robaba una sonrisa al traerme a la memoria imágenes del tiempo vivido en Ecuador.
Me ha costado toda la mañana entender que ya Latina 2006 ha terminado, que me encuentro de vuelta en mi país y con muchas de las preocupaciones del día a día, pero como dijera Jesús Londoño en la plenaria de agentes del cambio "Luego de latina 2006, usted no seguirá siendo igual".
Ahora es que comienza la verdadera latina, ahora es cuando debemos poner en práctica todo lo que hemos aprendido y también como nos resaltara el anciano que oró por nosotros: "Ahora es el tiempo de multiplicarse".
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